---------------------------- Mensaje original ----------------------------
Asunto: toma del Indoamericano
De: "Prisma / La Pulperia" <correoprismaticogmail.com>
Fecha: Mar, 21 de Diciembre de 2010, 2:18 am
Para: antunez_auma.es
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El país entre vidrieras que la vivienda digna empaña
Negociaciones, especulaciones, amenazas y distintas formas de jugar al más
perverso juego de la política. Pero nada de eso borra lo fundamental: los
asesinatos cometidos por las fuerzas represivas (con o sin uniforme) en el
Indoamericano. No pueden borrar (ni lo podría hacer el plan social más
"generoso") la situación de emergencia habitacional que se venía
profundizando en Capital Federal y en todo el país. En la ciudad de Buenos
Aires, más de medio millón de personas viven en villas, piezas precarias
de inquilinato o directamente en la calle. Y los responsables de esta
situación buscarán siempre un chivo expiatorio que les permita esquivar
sus propias culpas. Para algunos se trata de la inmigración, para otras la
ineficiencia de un gobierno que nunca es el suyo.
Contra la emergencia habitacional, contra las condiciones indignas de
vida, contra la imposibilidad de acceder a la vivienda por parte de la
doble exclusión dada por el mercado laboral y el mercado inmobiliario hay
quienes se organizan. Y la organización permite ir dando algunas
respuestas, al tiempo que transitar el camino de otras relaciones
sociales. Organización que implica a veces la defensa de un predio, la
constitución de cooperativas de vivienda, la defensa frente a atropellos
jurídicos que condenan la organización (incluso, como pasó recientemente
en San Telmo, sentenciando a prisión a 9 inquilinos legítimos). Del otro
lado, está la mentira organizada. El incumplimiento organizado y
sistemático de cualquier derecho básico que marque "la ley" y la
constitución. La creación organizada del miedo, para acorralar resolución
de las reivindicaciones de la toma del Indoamericano. Y, sobre todo, la
cacería de seres humanos, la represión organizada por el aparato represivo
formal o por las fuerzas mafiosas cuyo uso "alquila" el propio estado.
El reciente acuerdo entre el gobierno nacional y el de la ciudad es la
nueva forma con que triunfa la derecha legalizada. No vino a resolver los
problemas de fondo de vivienda, sino a consolidar la idea de que son los
individuos los culpables de la situación y nunca el estado. No se trataba
de crear una política de vivienda, sino de crear miedo, de buscar que todo
ciudadano acepte que es un individuo aislado sometido a la voluntad
discrecional del poder. No se trataba de intervenir en el mercado
inmobiliario para que personas de todos los sectores sociales tengan
posibilidad de acceder a la vivienda digna, propia o alquilada, sino de
fragmentar a la población para que ésta culpe su parte más postergada
para así disculpar nuevamente al estado. Se trataba de ratificar ante las
cámaras que la vida humana, como se vio en estos días, vale poco y nada.
La dominación de unos pocos sobre toda la población se muestra en lo
cotidiano como multifacética, con su "sistema de partidos", sus "altos
debates" políticos y sus pretendidas diferencias irreconciliables. Pero a
veces muestra la verdadera cara. El acuerdo entre el gobierno nacional y
el de la ciudad fue un ejemplo de ello. Se apoyaron mutuamente para
postergar a un futuro incierto cualquier solución al problema de la
vivienda. Y para presentar públicamente su idea de estado opresor y
sociedad militarizada. Se trata de una dominación en la que el papel
político principal lo juega el gobierno nacional. Y aquí tuvo en el
macrismo un aliado invalorable para poder admitir frente a las cámaras que
tiene una política excluyente que cualquier otro día se le presentaba como
inconfesable. El uso que la dominación hizo del "doble vocero" (Aníbal
Fernández y Horacio Rodríguez Larreta) permitió que el "vocero principal"
(el kirchnerismo) pudiera cumplir el objetivo de fijar política por sí
mismo, pero diluyendo las críticas que ésta pudiera recibir. Cuando la
política es represión y negación de derechos, no sería el gobierno que la
lleva a cabo, sino "el acuerdo" en el que ese gobierno no sería más que
una de las partes. Así, cuando el kirchnerismo se derechiza, tiene ese
falso bálsamo para ofrecer a sus olvidadizos militantes "progresistas".
Esta derechización "a dos voces", no tiene tierras para ofrecer, casas
para construir ni cooperativas de vivienda para financiar. Todo aquel que
ose organizarse será estigmatizado. A través de la política de
implementación de planes sociales, que parece ser la favorita del gobierno
nacional para acallar a las masas, esta vez asoma la represión. Todo aquel
que "usurpe" un lugar sea privado o público a lo largo y ancho del país
será sentenciado a no poder recibir ningún plan social, incluso aquel que
osan llamar "universal". Mientras tanto, no se sabe de ninguna política
para evitar las usurpaciones de terrenos públicos o de tierras de pueblos
originarios por parte de los empresarios (nacionales y extranjeros).
Cuando hay buenos negocios y hay conexiones con el poder, la usurpación es
ratificada por el estado. Por más que se vistan de "nacionales y
populares", siguen rindiendo homenaje al quien fue el principal usurpador
de la clases dominantes argentinas, Julio Argentino Roca.
El Gobierno Nacional con "su política de derechos humanos" no quiso
hacerse cargo de los asesinatos cometidos las noches del martes y del
viernes, por eso crea un Ministerio de Seguridad y conmemora
hipócritamente el Día internacional de los derechos humanos. Mientras
festeja tres años de gestión, jactándose de "nunca" reprimir la protesta
social, en menos de dos meses el aparato represivo asesina a tres
compañeros formoseños de la comunidad Qom, a Mariano Ferreyra y tres
compañeros en el Indoamericano. Hay quienes se animan a decir que la
policía federal goza de cierta autonomía. Pues es claro que un
kirchnerismo que gobierna con el aval y la tranquilidad económica de los
empresarios necesita del aparato represivo para determinar quién es el que
manda. Incluso, si después no lo admite. El martes 7 la policía federal y
metropolitana dejaron dos muertos: Rosemary Churo Puña y Bernardo
Salgueiro. El jueves 9 y el viernes 10 una banda armada de barrabravas
entró al parque y dejó decenas de heridos y asesinó brutalmente a Luis
Quispe. ¿A quién le corresponde la responsabilidad política del actuar
parapolicial? El Jueves 9 y el viernes 10 la Policía Federal y la Policía
Metropolitana dejaron la zona liberada. La responsabilidad es compartida.
No se necesita de una acaudalada memoria para ejemplificar lo sucedido con
hechos anteriores. El accionar parapolicial de la UCEP, organismo de
control de la gestión macrista, cuya función era desalojar violentamente a
las personas que vivían en la calle. Las fuerzas de choque de la
burocracia sindical (columna vertebral de gobierno kichnerista) que
asesinaron al compañero Mariano Ferreyra, tras manifestarse por la
reincorporación y pase a planta permanente de los trabajadores del Roca.
¿Qué ministerio crearán en la próxima represión?
A la falta de respuestas, a la represión y a los asesinatos ahora se suma
la xenofobia. No podemos entender un acto de xenofobia como un hecho
natural. No podemos pensar que la xenofobia es un sentimiento producido
vaya a saber porque fuerza natural. La xenofobia es algo que se construye
día a día y que beneficia a algunos pocos y nunca a muchos. La xenofobia
es construida por los medios de comunicación y utilizada por los gobiernos
de turno. La xenofobia hacia los compañeros bolivianos y paraguayos que se
encontraban tomando el Indoamericano fue utilizada para legitimar un
desalojo ilegítimo, para justificar una masacre, para explicitar que el
pueblo no merece una vivienda digna.
Frente a todo lo sucedido, debemos seguir luchando. El acceso a una
vivienda digna es un derecho. Ni la vivienda, ni la salud, ni la
educación, ni el trabajo nos serán regalados. Por eso, acá estamos,
decididos a organizarnos, y a seguir gritando y exigiendo: Vivienda digna
para todos y todas.
17/12/2010
PRISMA La Pulpería - MTL Rebelde
Asunto: toma del Indoamericano
De: "Prisma / La Pulperia" <correoprismaticogmail.com>
Fecha: Mar, 21 de Diciembre de 2010, 2:18 am
Para: antunez_auma.es
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El país entre vidrieras que la vivienda digna empaña
Negociaciones, especulaciones, amenazas y distintas formas de jugar al más
perverso juego de la política. Pero nada de eso borra lo fundamental: los
asesinatos cometidos por las fuerzas represivas (con o sin uniforme) en el
Indoamericano. No pueden borrar (ni lo podría hacer el plan social más
"generoso") la situación de emergencia habitacional que se venía
profundizando en Capital Federal y en todo el país. En la ciudad de Buenos
Aires, más de medio millón de personas viven en villas, piezas precarias
de inquilinato o directamente en la calle. Y los responsables de esta
situación buscarán siempre un chivo expiatorio que les permita esquivar
sus propias culpas. Para algunos se trata de la inmigración, para otras la
ineficiencia de un gobierno que nunca es el suyo.
Contra la emergencia habitacional, contra las condiciones indignas de
vida, contra la imposibilidad de acceder a la vivienda por parte de la
doble exclusión dada por el mercado laboral y el mercado inmobiliario hay
quienes se organizan. Y la organización permite ir dando algunas
respuestas, al tiempo que transitar el camino de otras relaciones
sociales. Organización que implica a veces la defensa de un predio, la
constitución de cooperativas de vivienda, la defensa frente a atropellos
jurídicos que condenan la organización (incluso, como pasó recientemente
en San Telmo, sentenciando a prisión a 9 inquilinos legítimos). Del otro
lado, está la mentira organizada. El incumplimiento organizado y
sistemático de cualquier derecho básico que marque "la ley" y la
constitución. La creación organizada del miedo, para acorralar resolución
de las reivindicaciones de la toma del Indoamericano. Y, sobre todo, la
cacería de seres humanos, la represión organizada por el aparato represivo
formal o por las fuerzas mafiosas cuyo uso "alquila" el propio estado.
El reciente acuerdo entre el gobierno nacional y el de la ciudad es la
nueva forma con que triunfa la derecha legalizada. No vino a resolver los
problemas de fondo de vivienda, sino a consolidar la idea de que son los
individuos los culpables de la situación y nunca el estado. No se trataba
de crear una política de vivienda, sino de crear miedo, de buscar que todo
ciudadano acepte que es un individuo aislado sometido a la voluntad
discrecional del poder. No se trataba de intervenir en el mercado
inmobiliario para que personas de todos los sectores sociales tengan
posibilidad de acceder a la vivienda digna, propia o alquilada, sino de
fragmentar a la población para que ésta culpe su parte más postergada
para así disculpar nuevamente al estado. Se trataba de ratificar ante las
cámaras que la vida humana, como se vio en estos días, vale poco y nada.
La dominación de unos pocos sobre toda la población se muestra en lo
cotidiano como multifacética, con su "sistema de partidos", sus "altos
debates" políticos y sus pretendidas diferencias irreconciliables. Pero a
veces muestra la verdadera cara. El acuerdo entre el gobierno nacional y
el de la ciudad fue un ejemplo de ello. Se apoyaron mutuamente para
postergar a un futuro incierto cualquier solución al problema de la
vivienda. Y para presentar públicamente su idea de estado opresor y
sociedad militarizada. Se trata de una dominación en la que el papel
político principal lo juega el gobierno nacional. Y aquí tuvo en el
macrismo un aliado invalorable para poder admitir frente a las cámaras que
tiene una política excluyente que cualquier otro día se le presentaba como
inconfesable. El uso que la dominación hizo del "doble vocero" (Aníbal
Fernández y Horacio Rodríguez Larreta) permitió que el "vocero principal"
(el kirchnerismo) pudiera cumplir el objetivo de fijar política por sí
mismo, pero diluyendo las críticas que ésta pudiera recibir. Cuando la
política es represión y negación de derechos, no sería el gobierno que la
lleva a cabo, sino "el acuerdo" en el que ese gobierno no sería más que
una de las partes. Así, cuando el kirchnerismo se derechiza, tiene ese
falso bálsamo para ofrecer a sus olvidadizos militantes "progresistas".
Esta derechización "a dos voces", no tiene tierras para ofrecer, casas
para construir ni cooperativas de vivienda para financiar. Todo aquel que
ose organizarse será estigmatizado. A través de la política de
implementación de planes sociales, que parece ser la favorita del gobierno
nacional para acallar a las masas, esta vez asoma la represión. Todo aquel
que "usurpe" un lugar sea privado o público a lo largo y ancho del país
será sentenciado a no poder recibir ningún plan social, incluso aquel que
osan llamar "universal". Mientras tanto, no se sabe de ninguna política
para evitar las usurpaciones de terrenos públicos o de tierras de pueblos
originarios por parte de los empresarios (nacionales y extranjeros).
Cuando hay buenos negocios y hay conexiones con el poder, la usurpación es
ratificada por el estado. Por más que se vistan de "nacionales y
populares", siguen rindiendo homenaje al quien fue el principal usurpador
de la clases dominantes argentinas, Julio Argentino Roca.
El Gobierno Nacional con "su política de derechos humanos" no quiso
hacerse cargo de los asesinatos cometidos las noches del martes y del
viernes, por eso crea un Ministerio de Seguridad y conmemora
hipócritamente el Día internacional de los derechos humanos. Mientras
festeja tres años de gestión, jactándose de "nunca" reprimir la protesta
social, en menos de dos meses el aparato represivo asesina a tres
compañeros formoseños de la comunidad Qom, a Mariano Ferreyra y tres
compañeros en el Indoamericano. Hay quienes se animan a decir que la
policía federal goza de cierta autonomía. Pues es claro que un
kirchnerismo que gobierna con el aval y la tranquilidad económica de los
empresarios necesita del aparato represivo para determinar quién es el que
manda. Incluso, si después no lo admite. El martes 7 la policía federal y
metropolitana dejaron dos muertos: Rosemary Churo Puña y Bernardo
Salgueiro. El jueves 9 y el viernes 10 una banda armada de barrabravas
entró al parque y dejó decenas de heridos y asesinó brutalmente a Luis
Quispe. ¿A quién le corresponde la responsabilidad política del actuar
parapolicial? El Jueves 9 y el viernes 10 la Policía Federal y la Policía
Metropolitana dejaron la zona liberada. La responsabilidad es compartida.
No se necesita de una acaudalada memoria para ejemplificar lo sucedido con
hechos anteriores. El accionar parapolicial de la UCEP, organismo de
control de la gestión macrista, cuya función era desalojar violentamente a
las personas que vivían en la calle. Las fuerzas de choque de la
burocracia sindical (columna vertebral de gobierno kichnerista) que
asesinaron al compañero Mariano Ferreyra, tras manifestarse por la
reincorporación y pase a planta permanente de los trabajadores del Roca.
¿Qué ministerio crearán en la próxima represión?
A la falta de respuestas, a la represión y a los asesinatos ahora se suma
la xenofobia. No podemos entender un acto de xenofobia como un hecho
natural. No podemos pensar que la xenofobia es un sentimiento producido
vaya a saber porque fuerza natural. La xenofobia es algo que se construye
día a día y que beneficia a algunos pocos y nunca a muchos. La xenofobia
es construida por los medios de comunicación y utilizada por los gobiernos
de turno. La xenofobia hacia los compañeros bolivianos y paraguayos que se
encontraban tomando el Indoamericano fue utilizada para legitimar un
desalojo ilegítimo, para justificar una masacre, para explicitar que el
pueblo no merece una vivienda digna.
Frente a todo lo sucedido, debemos seguir luchando. El acceso a una
vivienda digna es un derecho. Ni la vivienda, ni la salud, ni la
educación, ni el trabajo nos serán regalados. Por eso, acá estamos,
decididos a organizarnos, y a seguir gritando y exigiendo: Vivienda digna
para todos y todas.
17/12/2010
PRISMA La Pulpería - MTL Rebelde
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Re sensualizando la Conosencia una isla deja de ser una isla